La división del trabajo por sexos ya existía de manera parcial en la Europa neolítica de hace 7.000 años

Escena del período Neolítico en una ilustración de Luís Pascual Repiso

21/4/2021
dolmendedombate.com / CSIC

El análisis de más de 600 tumbas en seis grandes necrópolis continentales muestra que había diferencias significativas en los útiles líticos empleados.

Entre mujeres y hombres de la Europa de hace 7.000 años ya existía una división del trabajo por sexos -al menos de forma parcial-. Esto es lo que revela el análisis de las herramientas de piedra halladas en necrópolis neolíticas centroeuropeas de la República Checa, Eslovaquia, Alemania, Francia y Austria. El trabajo, publicado en la revista científica PLOS ONE, ha sido coordinado desde la Institución Milá i Fontanals (IMF) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y buscaba averiguar cuáles fueron las actividades realizadas por uno y otro sexo a inicio de la revolución neolitica europea, un período vinculado a la aparición y desarrollo de la agricultura y la ganadería como actividades humanas. En el estudio también han participado el Centro Nacional Francés para la Investigación Científica (CNRS), la Universidad francesa de Estrasburgo y la Universidad inglesa de York.

El equipo de investigación analizó 621 tumbas bien conservadas, 151 femeninas, 137 masculinas, 36 probablemente femeninas y 107 que no fue posible identificar, examinando cerca de 300 objetos de piedra como azuelas, proyectiles, láminas de sílex o útiles macrolíticos.

El trabajo muestra que los hombres eran enterrados con azuelas, que a menudo habían sido usadas en actividades como el descuartizado de animales, la tala de árboles, las tareas de carpintería o incluso la guerra. Además, los hombres también eran enterrados con puntas de flecha, vinculadas a la caza o a contiendas bélicas.

A diferencia de los hombres, las mujeres raramente eran enterradas con herramientas, y las pocas veces que eso ocurría solían ser instrumentos relacionados con el procesado de pieles o fibras de carácter orgánico. La distribución diferencial de herramientas, así como el desgaste óseo provocado por movimientos repetitivos y forzados de las extremidades relacionadas con las distintas tareas pone de manifiesto que estas comunidades consideraban algunas actividades como un factor claramente ligado al género, dando, a juicio del equipo de investigación "una poderosa visión de las identidades sociales prehistóricas". 

(Texto en galego)