Los fragmentos de un vaso cerámico del yacimiento lugués de Cova Eirós aportan novedades sobre el proceso de neolitización de la fachada atlántica

Fragmentos del vaso cerámico encontrado en Cova Eirós (Triacastela, Lugo)
3/9/2020
dolmendedombate.com/IPHES 

El análisis realizado de los restos de lípidos de su interior permite inferir que fue utilizado para el procesado de carne de ganado con vegetales.

Según una investigación desarrollada por el Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social de Tarragona en colaboración con la Universidad de York, tanto por la forma de botella de la pieza como por su profusa decoración, realizada con la impresión de una concha de berberecho (Cerastoderma edule), el recipiente recuerda a la cerámica cardial, características del registro arqueológico entre los primeros grupos neolíticos del sur de la península ibérica.

Los fragmentos del vaso cerámico han sido recuperados del interior de una fosa excavada a la entrada de Cova Eirós y aunque no se han podido datar directamente, los paralelos estilísticos y tipológicos permiten establecer una relación directa con conjuntos alfareros del sur del actual territorio de Portugal. 

La cerámica cardial de este tipo está vinculada con los primeros grupos del Neolítico Antiguo, que penetraron hasta la península ibérica a lo largo del litoral mediterráneo trayendo consigo la introducción de las prácticas agrícolas y ganaderas.

A partir de otros ejemplos identificados y datados en el litoral portugués (Galería da Cisterna, Santarém, Casével), el hallazgo del yacimiento de Cova Eirós, en la localidad lucense de Triacastela, podría señalar que el inicio de las prácticas neolíticas en el noroeste peninsular se remonta probablemente a finales del VI milenio Antes del Presente (AP), una etapa todavía poco conocida de la prehistoria gallega.

(Texto en galego)