Vista del corredor y la cámara del Dolmen de Dombate |
En manos de José Muiño, alcalde de Cabana (PP) y su asesor de Cultura, José María Varela, Dombate y su entorno se han convertido en un mero salón de actos donde es posible la realización de cualquier actividad imaginable, desde certámenes de cantería hasta pruebas deportivas que en absoluto guardan relación con el contexto arqueológico del enclave, monumento funerario colectivo datado en el IV milenio antes del presente.
La situación que atraviesa el monumento sería impensable en otros países europeos, donde este tipo de yacimientos como el Dolmen de Dombate, que atesora pinturas y grabados prehistóricos, gozan de la máxima protección y de un régimen de actividades acorde con su carácter e importancia.
(Texto en galego)